¿Qué es la astenia primaveral?
Con la llegada de la primavera más de la mitad de la población presenta alguno de los síntomas que se asocian con la astenia:
Cansancio y somnolencia durante el día.
Falta de energía.
Alteraciones del sueño, especialmente dificultad para conciliarlo.
Irritabilidad.
Ansiedad.
Pérdida del apetito.
Cefaleas.
Disminución de la libido.
Problemas de concentración.
Falta de motivación.
La principales causantes de todos estos síntomas son la conjunción de una serie de componentes medioambientales, como:
El cambio de tiempo. Subida de las temperaturas y de la presión atmosférica.
Aumento de las horas de luz diurna.
El cambio horario (adelantar los relojes una hora).
La modificación de la rutina diaria (horarios de sueño y de comidas, aumento del tiempo de ocio, etc.) como consecuencia de las anteriores.
Pero lo verdaderamente importante es que todas estas circunstancias inducen en el organismo humano una serie de mecanismos que alteran la regulación de los ritmos circadianos mediante un cambio en la secreción de determinadas hormonas: endorfinas, cortisol, melatonina, etc. Tales alteraciones hormonales ocasionan una alteración de los ritmos biológicos, que deben adaptarse a las nuevas condiciones ambientales, más exigentes en el consumo diario de energía. Es como si el organismo despertara de un letargo invernal, marcado por las bajas temperaturas y las pocas horas de luz diurna.
En Farmacia Plaza del Sol, tu farmacia en Andújar, queremos darte una serie de pautas y recomendaciones para combatirla.
En realidad no hay un tratamiento específico para minimizar los síntomas de la astenia primaveral. Pero sí se puede minimizar sus efectos acelerando el proceso de adaptación del organismo mediante la adopción de una serie de medidas:
Tomar un reconstituyente natural, como es la Jalea Real, que a su vez supone un gran aporte de energía y vitaminas, y que entre sus innumerables beneficios produce sensación de euforia y bienestar.
Anticiparse al cambio horario que se realiza en primavera adaptando gradualmente la rutina diaria a la nueva hora antes de que éste se produzca.
El ejercicio físico moderado, facilitando la liberación del estrés y la conciliación del sueño, que será más reparador.
Menos alimentos hipercalóricos y mayor presencia de frutas y verduras frescas.
La correcta hidratación es muy importante, ya que con la elevación de las temperaturas se suda más y el organismo necesita más líquidos.
Mantener las rutinas del sueño es fundamental: la astenia primaveral afecta a la secreción de melatonina –la hormona que induce el sueño– y puede ocasionar alteraciones del sueño, de modo que éste no sea todo lo reparador que debiera.